miércoles, 27 de agosto de 2008

El espíritu del Real Madrid






El domingo, en el partido de vuelta de la supercopa de España en el Santiago Bernabéu (coliseum madrileño) contra el Valencia, volvimos a vivir lo que yo llamo el espíritu del Real Madrid.


Tras un resultado adverso en el partido de ida en Mestalla 3 - 2, el equipo blanco afrontaba este partido sabiendo que una victoria por la mínima 1 - 0 ó 2 - 1 era suficiente para hacerse con el título. En una primera parte poco brillante por parte de nuestro equipo, donde se encontró con un gol en contra fruto de un desajuste defensivo y donde se dió la circunstancia de que el Madrid no estaba jugando contra 11 si no contra 14 (al árbitro y liniers solo les faltó colocarse la chamarra che), al margen de encontrarse con la expulsión de Rafael Van der Vaart en una jugada que muy severamente Iturralde Gonzalez castigó con roja directa. En definitiva nos fuimos al descanso con 0 - 1 en contra, y el Valencia se las prometía muy felices con el resultado a su favor.




Al comenzar la segunda parte el Madrid empató el partido con gol de penalti transformado por Van Nistelrroy, penalti por otra parte cometido por Albiol al interceptar el balón con la mano cuando este se introducia en la porteria, caso recogido en el reglamento como tarjeta roja directa, pero Iturralde, como no, lo saldó con tarjeta amarilla. El Real Madrid de nuevo se metia en el partido, cosa que obviamente el colegiado vasco no podía permitir, y de esa manera expulsa a Van Nistelrroy por doble cartulina amarilla, en mi opinión injustamente enseñadas en los dos casos. De esta manera afrontábamos el tramo final del partido con nueve jugadores y un 1 - 1 en el marcador. Pero Iturralde y sus auxiliares así como los jugadores valencianistas no contaban con una cosa, el espíritu del Real Madrid y del Bernabéu. De esta manera nuestro jugadores gravemente perjudicados y con nueve jugadores (ocho de campo) se vieron espoleados por 70.000 madridistas que les hicieron recordar que 90 minutos en el Bernabéu son muy largos, y que vestir la camiseta del Real Madrid y llevar su escudo en el corazón es la cosa más importante del mundo futbolísticamente hablando. Esto llevó a nuestro futbolistas a colocarse con un 4 - 1 en el marcador con goles de Ramos, De la Red e Higuain, marcador que quedó maquillado con un gol de Morientes (mención especial a este futbolista que jamás se le reconocerá lo que ha aportado al fútbol español). El Tercer gol del Madrid, obra del centrocampista De la Red, es un gol para enmarcar, gol de auténtico crack, gol para ponerselo en video a los chavales en las escuelas de fútbol.




En definitiva, otro título más para nuestras vitrinas, y otra noche más donde el madridismo disfrutó del que es su equipo, a pesar de factores externos que siempre intentan perjudicarnos y es que no me cansaré de decirlo, el amor por el Real Madrid es proporcional al odio que crea, pero para estos que odian al mejor equipo del mundo de todos los tiempos solo dos palabras, ajo y agua.


¡HALA MADRID!

No hay comentarios: