Edgar Ayala Ruiz | 06/01/2009
2009 ha empezado exactamente igual que terminó 2008: el rival del Real Madrid finaliza, a pesar de las duras entradas cometidas, con los once futbolistas en el campo y el Barcelona, una vez más, gana gracias a la inestimable colaboración del árbitro de turno, en esta ocasión concediendo un gol en flagrante fuera de juego para encarrilar un partido que no tenía nada claro.
Así las cosas, está fuera de toda duda que los doce puntos de distancia entre Barcelona y Real Madrid son de ciencia ficción, ya que sin los Reyes anticipados de Ángel María Villar, la situación en la tabla sería muy diferente, a pesar de todos los contratiempos que ha tenido el Madrid en la primera vuelta.
De todos modos, convendría que en Barcelona no echaran las campanas al vuelo ya que hace dos temporadas el Madrid se encontró en una similar tesitura y terminó conquistando el título de Liga. Y es que, como dice el mismísimo Guardiola, es un grave error enterrar al Real Madrid, no en vano, hablamos del mejor equipo de todos los tiempos que, además, se ha presentado con una imagen totalmente nueva en comparación con la era Schuster. Tiempo al tiempo.
