jueves, 29 de abril de 2010

Europa celebra la eliminación del Barcelona



El año pasado el FC Barcelona avergonzó a España. En un partido en el que únicamente lograron un chut a puerta (en el descuento) eliminaron al Chelsea, en su campo, gracias a un tal Obrevo, que decidió perdonar cinco clarísimos penaltis a favor de los locales (en algunos medios se habla de seis e incluso siete penas máximas perdonadas, pero siendo objetivos, sólo fueron cinco).

Tras el mencionado partido, toda Europa clamó contra el atraco cometido sobre el Chelsea (por mucho que un nutrido grupo de ignorantes culés se empeñe en lo contrario) pero en España, los titulares hacían referencia al gol de Iniesta. Así las cosas, nuestro país se convirtió en una vergüenza para el resto del planeta.

Llegaron a la final gracias a Obrevo y consiguieron tres títulos por dicha circunstancia; o lo que es lo mismo: si no llega a ser por los árbitros, lo del Barcelona se habría quedado en un doblete doméstico y a otra cosa. Ni años históricos ni nada. Pero es igual, porque su presidente dejó claro que siempre serán el equipo pequeño con la siguiente declaración: "nuestro título más importante fue el 2-6 en el Bernabéu". Ganan seis títulos, pero lo que realmente valoran es ganar un partido en el Bernabéu. Blanco y en botella...

Y blanco era el rival que ha apeado esta noche de la competición a los tramposos culés. Sí, tramposos, porque una vez más, las inestimables ayudas arbitrales han estado ahí. A la media hora han dejado al Inter con diez de forma completamente injustificada. Como ni aún así lograban hacer daño a los visitantes, pasado el minuto ochenta Frank De Bleecke (así se llamaba el ladrón de turno) ha concedido un gol en flagrante fuera de juego de Piqué. Y ni por esas.

El partido ha terminado y ¿qué han hecho los responsables del Barcelona?: Abrir rápidamente las válvulas de agua del sistema de riego del césped, para que el Inter no pudiera celebrar su pase a la final sobre el terreno de juego. Les ha salido mal, porque los italianos lo han celebrado, a pesar del lanzamiento de todo tipo de objetos al terreno de juego y el agua (pero tranquilos, que aunque han llegado a alcanzar a Snejder, no les cerrarán el campo ni tendrán sanción de la UEFA). Además han demostrado a todo el planeta lo que son: gentuza.

Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano. ¿Qué es eso? Parte del himno del Real Madrid. Pero claro, hablamos de la leyenda y las leyendas siempre son superiores a las modas pasajeras. Es la diferencia entre Real Madrid y Barcelona, tan abismal que ni siquiera Einstein la podría calcular en términos de años luz.

Desde el partido de ida, el Barcelona ha intentado ganar la eliminatoria en los despachos, porque en el campo, como hemos podido ver hoy, le resulta imposible. Xavi llorando amargamente a la prensa y cayendo en el patetismo al enfrentarse a Mourinho, que en este tipo de cosas se mueve como pez en el agua. Guardiola idem de idem. Piqué, llevándose la palma, aseguraba que el Inter iba a odiar el fútbol después del partido de esta noche. Hay que pensar antes de hablar. Nosotros ya lo padecimos en su día con Boluda; la diferencia es que dicho personaje apenas duró unos meses en el equipo. Laporta también rajó lo suyo, aduciendo que el Real Madrid había sido beneficiado por los árbitros porque le han pitado más penaltis que al Barcelona. Teniendo en cuenta los piscinazos de los azulgrana, no deberían haberles pitado ninguno, pero la imprudencia del terrorista Laporta (sí, he dicho terrorista, porque es lo más parecido a un extremista islámico en sus declaraciones) es patente. Como el día en que increpó a un personaje de Disneylandia simplemente por saber más de geografía que él. ¿Qué pasa? ¿En las facultades de derecho de Cataluña no se enseña geografía? Tener una licenciatura y ser un cateto-paleto, es muy fuerte.

Dejando a un lado la realidad azulgrana (aunque tengan comprada a gran parte de la prensa, por fortuna, algunos todavía sabemos pensar por nosotros mismos) y centrándonos en el equipo importante, ¿todavía hay alguien que piense que Mourinho debe ser el entrenador del Real Madrid la próxima temporada? Me parece que no.

De acuerdo que en la ida el Inter le metió tres al Barcelona (por cierto, ya que estamos, que alguien me explique cómo un árbitro que no expulsó fulminantemente a Messi por una cruenta agresión sobre Maicon pudo favorecer al Inter, porque no lo entiendo). Pero el planteamiento de la vuelta ha sido infame: nos colocamos todos, excepto Milito, por detrás de la línea de tres cuartos y a defender. Entiendo que se hubieran echado atrás tras la injusta expulsión de Motta, pero hacerlo de inicio, es una temeridad. Cualquiera que le juegue así al Real Madrid termina goleado... Imagino que Mourinho ha pensado que el Barcelona no es el Real Madrid y ahí, afortunadamente, tiene toda la razón.

Lo cierto es que el Inter, dirigido por un inconmensurable Cambiasso (por cierto, repasad la alineación interista y comprobaréis que ha sido el Real Madrid B quien se ha cargado al Barcelona) ha defendido con orden y eficacia. En la primera parte el Barcelona sólo ha contado con una ocasión de gol (un chut de Messi despejado por Julio César en la mejor parada de la noche) y en la segunda, hasta el gol en fuera de juego de Piqué, nada de nada. Mucho toque de fútbol sala, mucha posesión, pero nada de fútbol. Es lo que hacen habitualmente los azulgrana; la diferencia es que ya les han concedido goles suficientes en fuera de juego o de penalti injusto como para poder dedicarse a hacer rondos. En eso son muy buenos, sí, pero no es fútbol.

No queremos un Real Madrid así (ni el de Mourinho ni el de los rondos y las trampas). Antes que ver al portugués en nuestro banquillo, prefiero que se quede Pellegrini, a pesar de que por su culpa no estaremos en la final del Bernabéu (sí, he dicho por su culpa). Pero bueno, eso ya pertenece al año que viene y aquí no poseemos ninguna bola de cristal.

Ya que estamos con los técnicos: gracias, Guardiola, por ser tan zoquete y dejar fuera a Ibrahimovic. El visionario Guardiola... ¡Ya está bien de tantas memeces! El año pasado Laporta lo quería echar tras su descorazonador inicio de liga, pero tres ayudas arbitrales monumentales en tres partidos consecutivos, hicieron que el Barcelona sumase nueve puntos y la marea se calmase. Después le cogieron gusto, el Villarato se instauró de pleno y el dicho de Helenio Herrera de que al fútbol se juega mejor con diez, quedó obsoleto, ya que hemos comprobado que al fútbol se juega mejor con catorce. Así que desengañáos: Guardiola vale lo que el árbitro de turno está dispuesto a dejarse comprar.

Dejar fuera a Ibrahimovic suponía perder una buena parte de oportunidades de pasar la eliminatoria por juego aéreo. Y como quieren hacernos creer que el tal Bojan es un fuera de serie... Los que hemos visto jugar a Raúl, sabemos la diferencia entre un fuera de serie y uno del montón y Bojan pertenece a este segundo grupo.

Podría seguir toda la noche con los despropósitos de Mourinho, Guardiola y los árbitros, pero no os cansaré más. Hoy el fútbol ha ganado, ya que en la final del Bernabéu no veremos atracos, estafas, robos, engaños, falsedades, piscineros ni nada por el estilo. Posiblemente tampoco veamos goles hasta la tanda de penaltis, habida cuenta de los históricos estilos de alemanes y Mourinho, pero, por lo menos, habrá justicia.

Por último: ¿me alegro de la eliminación del Barcelona? Por supuesto. ¿Por qué? Porque yo sí soy español.

sábado, 24 de abril de 2010

Raúl, el Villarato y los patéticos antimadridistas


Acabo de escuchar las declaraciones de José Aurelio Gay, técnico del Zaragoza y todavía estoy perplejo. Ni corto ni perezoso achaca la derrota de su equipo al árbitro, un Undiano Mallenco que es digno sucesor de Medina Cantalejo en lo que a antimadridismo se refiere.

Según este técnico de medio pelo (fue un futbolista de baja categoría y como entrenador lleva el mismo camino de mediocridad) Undiano Mallenco permitió al Espanyol zurrar de lo lindo al Barcelona la pasada jornada liguera, mientras que esta tarde no ha dejado que los futbolistas locales se acercaran a los madridistas. ¡Hay que joderse!

Siento la expresión, pero es que hace falta tener poca vergüenza. ¿Acaso este tuercebotas de apellido peculiar está insinuando que los árbitros favorecen al Real Madrid y perjudican al Barcelona? No me lo puedo creer.

Y claro, el público irá hilvanando las quejas de Gay con los patéticos, absurdos e injustificados lloros de Guardiola, Xavi y compañía del martes (que el Barcelona se queje de un arbitraje en Champions después de los cinco penaltis de Chelsea es patetismo y falsedad en estado puro) y a lo mejor hasta se lo cree, porque, sintiéndolo mucho, en nuestro querido país la televisión corrompe la libertad de pensamiento mucho más de lo que a muchos nos gustaría reconocer.

Resulta que nada más comenzar el partido (a los 90 segundos) Undiano deja de pitar un clamoroso penalti sobre Higuaín. No contento con ello, el árbitro navarro (y aprovecho para decir por enésima vez que los navarros de pro, como un servidor, no paramos de avergonzarnos de Undiano y Fermín el del banderín) ha dejado de pitar tres gravísimas agresiones: un codazo en pleno rostro sin disputa de balón sobre Cristiano Ronaldo, un brutal pisotón en el cuerpo de Marcelo cuando éste yacía en el suelo y un fuerte golpe en las costillas de Casillas en una jugada ya terminada. Y eso por no hablar de la gran cantidad de faltas cometidas por el Zaragoza para parar el juego del Real Madrid.

Pero resulta que Undiano no ha permitido a los futbolistas del Zaragoza acercarse a los madridistas, ¿verdad? Señor Gay, es usted tan patético, llorón y falso como lo son Xavi y Guardiola, que dicen públicamente no hablar de los árbitros, pero que rajan sin parar contra ellos en cuanto pierden un partido. Lamentable.

Jugar al fútbol en esas condiciones es muy complicado. El Real Madrid lo ha intentado y, de hecho, el primer cuarto de hora prometía, ya que el fútbol practicado trataba de asemejarse al de la semana pasada frente al Valencia: misma alineación, mismo esquema, buena circulación de balón, uso de las bandas... El problema es que el Real Madrid intentaba jugar al fútbol y el Zaragoza se dedicaba a la lucha libre barriobajera, consentida por Undiano, a pesar de los patéticos lloros de Gay y la estupidez supina de una afición local tan maleducada como ignorante.

A pesar de todo, el Real Madrid merecía haber llegado al descanso por delante en el marcador, tanto por ocasiones como por juego. A destacar un impecable chut de Raúl, a pase de Guti, que ha despejado el meta Roberto con la punta de los dedos al poste.

Si alguien cree que estoy narrando una crónica de hace años, va a ser que no. Habéis leído bien: asistencia de Guti a Raúl. Una vez más la pareja de canteranos acude al rescate del Real Madrid, por mucho que Florentino Pérez se haya empeñado en darles la patada. Y eso que no he estado de acuerdo con el cambio. Vamos a ver: si se lesiona un media-punta, ¿no debería ser sustituido por alguien que ocupe la misma demarcación? En el Real Madrid no se hacen esas cosas; quizá las consideren aburridas.

El proceder de los técnicos del Real Madrid en los útimos años ha sido el de reinventar el fútbol. Así se hundió a Beckham varios años colocándolo de pivote defensivo, se desperdició la potencia de Baptista utilizándolo de extremo izquierdo o de ariete y, sobre todo, se cortó de golpe y porrazo la gran carrera goleadora de Raúl colocándolo varios años de centrocampista (y aún así el siete, con el gol de hoy, es el tercer máximo artillero en la historia de la liga). Así que, tras la lesión de Van der Vaart, Pellegrini ha dado entrada a Raúl para ocupar su puesto, en lugar de hacer lo lógico: meter a Kaká.

Los defensores del chileno argumentan que Kaká no estaba para jugar tantos minutos. Y digo yo: ¿entonces para qué lo convocas y dejas fuera a Granero? Nunca he entendido que alguien que no está para jugar ocupe plaza en la convocatoria. Pero es lo que hay.

Independientemente de ello, las cosas han salido bien ya que el Real Madrid ha logrado los tres puntos. El primer tanto lo ha logrado Raúl, a pase de Cristiano que se había hecho con un rechace de un disparo propio (como anécdota comentar que el siete ya había pedido el cambio por encontrarse lesionado, pero éste crack los marca hasta cojo) y el segundo lo ha logrado de tiro cruzado Kaká, que por fin había entrado en el terreno de juego para jugar el último cuarto de hora.

Entre gol y gol blanco, el Zaragoza ha logrado su tanto, un lujo que ha podido costar caro al Real Madrid. En un partido tan difícil como éste, en el que el árbitro (diga Gay lo que quiera) permite a tu rival machacarte físicamente una y otra vez, contar con ventaja en el marcador es algo importantísimo. Cuando Raúl ha marcado, los locales todavía no habían logrado aproximarse a la meta de Casillas. Con tal superioridad y a causa de la imposibilidad de practicar fútbol, el Real Madrid debería haber comenzado a realizar posesiones largas, sin rifar el balón y con mucho cuidado en la retaguardia. Sin embargo, a los diez minutos del 0-1, Colunga ha logrado el empate en un despiste monumental de los madridistas a la hora de efectuar el fuera de juego.

Muchos ya nos temíamos lo peor, entre otras cosas porque la sensación de déjà vu planeaba sobre la Romareda. Pero, afortunadamente, Kaká, a pase de Cristiano, ha logrado el definitivo 1-2 en el minuto 82, que nos permite seguir soñando con la remontada.

Me gustaría finalizar comentando un hecho relevante: tras una primera parte en que los futbolistas del Real Madrid parecían no tener sangre (he jugado al fútbol muchos años y cuando alguien cometía fechorías similares a las del Zaragoza hoy, dicho alguien tenía un serio problema) en la segunda mitad, en el momento en que Contini ha agredido a Higuaín, el Real Madrid en bloque se ha ido a por el jugador local. Undiano ni se lo ha pensado y rápidamente ha expulsado a este maleante, autor de la agresión de la primera parte sobre Cristiano. ¿Por qué no han reaccionado así antes? ¿Por qué no se comieron de la misma manera a Mejuto y a los jugadores del Valladolid en el partido más bronco de esta temporada? Es algo que deberían replantearse todos en el vestuario, pues si no están unidos de forma similar en el resto de los partidos que toquen fuera de casa, la cosa se pondrá muy, muy difícil. ¿Por qué? Porque los equipos rivales no son tontos y está fuera de toda duda que está permitido vapulear al Real Madrid fuera de casa.

Es una vergüenza, pero es lo que hay. Si hubiera un poquito de justica en el fútbol, el Barcelona no ganaría nada. Sólo con el gol mal anulado a Raúl en Gijón, el Real Madrid sería líder. Pero ha habido mucho más en concepto de ayudas extras al Barcelona. Sin ir más lejos hoy han necesitado tirar de árbitro en casa contra el farolillo rojo (mano de Jeffren en el 1-0 y falta de Ibrahimovic en el 3-1).

Pero esto es un juego y, como tal, es susceptible de que se hagan trampas. Si encima contamos con un presidente que prefiere consentirlas antes que dejar de ser políticamente correcto, estamos apañados.

lunes, 19 de abril de 2010

Olés en el Bernabéu



Es la primera vez, en lo que llevamos de temporada, que veo al Real Madrid jugar al fútbol. Quizá os parezca excesivamente duro, pero es lo que hay. Tener pegada, golear a la contra o jugar mediante arreones no es jugar al fútbol. Hemos sido efectivos, hemos marcado un montón de goles, llevamos una cantidad de puntos en liga extraordinaria, pero eso no es fútbol.

Ayer vimos a un Real Madrid diferente. Para empezar, desaparecieron las ansias (más o menos, porque Cristiano volvió a pecar de individualista). El Real Madrid, sabedor de su gran calidad, se hizo con el balón y comenzó a generar ocasiones. ¿Y cómo fue esto posible? Muy sencillo:

1.- Gago jugó por detrás de Xabi Alonso todo el partido, tácticamente perfecto, dando potencia al centro del campo del Real Madrid que no ofrecía ni un espacio al rival.

2.- Cristiano no jugó de delantero, sino que se incorporaba a los ataques entrando indistintamente por ambas bandas.

3.- Entre la cobertura de Gago y la apertura de campo por bandas, Alonso y Van der Vaart tenían más espacios para dirigir y combinar con los compañeros.

4.- Guti también tuvo más espacios entre líneas. Teniendo en cuenta que sus últimas actuaciones son sobresalientes, el canterano volvió a decidir el partido.

5.- Higuaín de delantero y también con más espacios. Es lo que pasa cuando no entra todo el mundo por el centro, como tantas y tantas veces hemos visto esta temporada.

6.- Una defensa perfectamente conjuntada, adelantada y absolutamente concentrada, con subidas por sorpresa (y no por defecto) de sus laterales, los cuales jugaban en sus posiciones naturales (Arbeloa por la derecha y Marcelo por la izquierda).

7.- Un Casillas perfecto: le llegaron con claridad una vez y lo solventó como lo que es, el mejor portero en la actualidad.

El fútbol es un juego y, como tal, la suerte influye. Quiero decir que a pesar de jugar bien, se puede perder. Eso sí, una liga está compuesta por 38 jornadas y, aunque algún día se pierda, lo habitual es obtener los tres puntos desplegando un juego como el del Real Madrid anoche. Además conviene tener en cuenta que el rival era el Valencia, tercer clasificado en liga, lo que le da mayor valor a la victoria.

Ahora llegan las preguntas. Pellegrini ha tardado mucho en sacar el mejor equipo con la táctica adecuada. Le aplaudo por lo de ayer, pero ¿por qué ha tardado tanto? Aunque la pregunta no es ésa, sino la siguiente: ¿mantendrá esquema y táctica o la semana que viene lo cambiará todo? Y la pregunta es justa, porque es algo que hemos visto toda la temporada: momentos en que el Real Madrid ha funcionado bien y, en el partido siguiente, incomprensiblemente, todo cambiaba.

¿Qué habría pasado si ayer Pellegrini hubiese empleado la misma táctica que contra el Barcelona? Dicha táctica consistió en intentar maniatar a los futbolistas azulgrana, olvidándose de jugar al fútbol. ¿Os imagináis si ayer hubiera hecho un equipo en función de Villa, Silva y Mata? Teniendo en cuenta que hizo algo parecido contra el mediocre Olimpique de Lyon, nadie se hubiera extrañado.

Llevo mucho tiempo discutiendo con diferentes personas acerca de la continuidad de Pellegrini. Los que se muestran a favor de la misma tienen argumentos contundentes: el Real Madrid no puede cambiar cada año de entrenador, un proyecto no se efectúa en un solo año y, sobre todo, los futuribles a los que tiene en mente Florentino (Benítez y Mourinho). Sin embargo, yo también tengo argumentos de peso, como la cobardía de un técnico que ha jugado en función del contrario los partidos más importantes de esta temporada (cayendo derrotados en los mismos), su incapacidad para hacer jugar a un equipo compuesto por futbolistas de primera línea, pero, sobre todo, la responsabilidad.

Estamos en una época en la que a todo el mundo se le exige responsabilidades. ¿Por qué no a un entrenador? Entiendo que a nadie se le puede pedir por contrato que gane la Champions (no en vano, el Real Madrid estuvo 32 años sin ganarla). Pero sí deben existir opciones reales de ganarla. Tirar una eliminatoria contra una mediocridad como el Lyon, que actualmente está en semifinales de la citada competición, es un acto por el que debemos exigir responsabilidades. ¿Acaso no os las exigen a vosotros en vuestros trabajos? Ya lo creo que sí. Y tirar por la borda la competición más importante el año en que se juega la final en el Bernabéu, es un delito demasiado importante como para no ser tenido en cuenta.

Puede que Pellegrini no haya podido conformar la plantilla como él hubiese deseado, pero es un entrenador profesional y ha contado con la créme de la créme. Ha cometido errores muy gordos y ha reincidido en ellos. Parece rectificar ahora, cuando no podemos ganar la Copa de Europa y la liga no depende de nosotros... Demasiado tarde.

Estoy muy contento por la primera parte vista ayer, feliz de ver por fin practicar fútbol al Real Madrid. Pero 45 minutos del mejor fútbol visto esta temporada no pueden hacerme olvidar las fechorías cometidas por el chileno.

Continuaremos con el debate la semana que viene. Creo que nos merecemos disfrutar durante unos días de los primeros olés en el Bernabéu de la temporada. Ahora toca esperar acontecimientos.

viernes, 16 de abril de 2010

Jugando con fuego


No voy a decir que anoche el Real Madrid no mereciera ganar, porque sería faltar a la verdad. Sin embargo, tengo ciertos sentimientos encontrados ante el partido en Almería.

Tras una temporada nefasta como ésta (siento ser pesimista pero, tal y como están las cosas, no creo que el Barcelona falle dos veces) lo único que les queda a los futbolistas es tratar de congraciarse con la afición y eso no se consigue con despistes, fallos de concentración o disputando sin intensidad varios minutos del choque.

He de ser justo: el Real Madrid mereció ganar por goleada, pero unas veces el magnífico guardameta Alves, otras el poste (en un chut de Guti para enmarcar) y otras la falta de puntería, hicieron que el resultado final fuera muy ajustado.

El abusivo número de ocasiones (citando a Valdano, aunque el término no me parece apropiado, pues es lo que se debe exigir al Real Madrid) no siempre se refleja en el marcador. De hecho los preocupantes fallos en defensa (una total falta de tensión por parte de Albiol y varios despistes de Ramos y Arbeloa) pudieron haber puesto las cosas más que difíciles. Unido a las ayuditas arbitrales de turno con las que llevamos conviviendo desde que Villar fuera reelegido gracias a Barcelona y Athletic (en concreto: gol local en fuera de juego, penalti no pitado a Cristiano y total diferencia de criterio a la hora de mostrar amarillas) hace que respirásemos aliviados con el pitido final del colegiado.

De todos modos, ¿a qué aspiraban los futbolistas en los últimos minutos de partido? El luminoso reflejaba una ventaja por la mínima, sin embargo muchos de ellos ya se veían en las duchas. ¿Qué hace falta para que estos tipos que osan llamarse futbolistas del Real Madrid se comporten como tales?

Examinando a fondo el juego de ayer, sólo uno puede llamarse futbolista: don José María Gutiérrez Guti. Cada vez que el catorce tocaba el balón, veíamos fútbol. Lo mismo jugaba en corto que en largo, pero siempre centrando el balón a un compañero con ventaja. ¿El resto? Individualidades. Florentino Pérez ha decidido cargarse a Guti (que nadie crea el cuento de que el canterano se va de motu propio). No es la primera vez que incluyo algún comentario del excelentísimo y muy honorable presidente de la peña granadina (él diría "granaína") Blanca Zaidín. A Florentino lo califica como "el iluminado" y no me extraña. ¿Qué concepto de fútbol tiene el presidente del Real Madrid? Podemos fichar a todos los delanteros del mundo, pero si no contamos con alguien capaz de suministrarles balones, ocurrirá lo mismo que en esta temporada ha sucedido en los partidos importantes: perderemos.

No seré yo quien hable mal de Cristiano Ronaldo. Ayer el partido no estaba claro; con desventaja en el marcador, volvieron a aparecer los fantasmas del desastroso tramo final de liga de la pasada temporada. Y fue Cristiano quien apareció para, en espectacular jugada individual, marcar el empate. También fue importante en el segundo gol, pues el luso habilitó a posición de Van der Vaart al arrastrar a dos defensas con un inteligente movimiento sin balón (parece que Raúl le está enseñando bien). Pero lo que hará que el Real Madrid vuelva a ser el Real Madrid, es un centro del campo competente que permita a Cristiano, Higuaín y compañía hacer lo que mejor saben: marcar goles. Y echar a Guti no es, precisamente, lo idóneo para seguir dicha filosofía.

Luego está nuestro amigo Pellegrini. Ayer escuché a Valdano y espero que sus comentarios sólo fueran de cara a la galería, porque si este tipo sigue habrá que preguntar qué hace falta para que se considere a un entrenador del Real Madrid incompetente. Para un día en que por fin situó la alineación inicial idónea, decidió echarlo todo a perder con los cambios.

El Real Madrid terminó la primera mitad con un dominio absoluto del balón. El Almería estaba encerrado atrás, tratando de defender el empate a toda costa (mal asunto, Lillo, muy malo) así que el Real Madrid necesitaba artistas y no tarugos. ¿Qué hizo Pellegrini? Situó a Diarrá en el campo desde el inicio de la primera mitad; después, en cuanto pudo, introdujo al otro Diarrá (Lass). Juguemos con Diarrás y sin Gutis, claro que sí. Hemos llegado a un punto en el que ya no me contento con despedir a Pellegrini a final de temporada: que lo echen ya.

Curiosamente las voces de apoyo hacia el chileno provienen de los mismos que suelen proferir comentarios antimadridistas, o excesivamente partidistas en favor del Barcelona. ¿Os preguntáis por qué será? Por mi parte, lo tengo muy claro: ¿qué podría ser peor para el juego del Real Madrid que mantener un año más a un técnico cobarde, incapaz de leer a tiempo lo que ocurre en un partido? En la vuelta con el Alcorcón, Pellegrini fue un pasota, pero en los partidos frente a Lyon y Barcelona, se mostró como un total y absoluto cobarde. No debería seguir ni un segundo más en el Real Madrid.

Antes de terminar, me gustaría hacer referencia a Pérez Lasa, no por sus Villaradas (ya lo he comentado brevemente) sino por lo tonto, tonto, tonto que es. Este tipo de árbitros, es decir, los que no se conforman con intentar hacer su trabajo, sino que también quieren ser protagonistas, deberían desaparecer del fútbol a velocidad de vértigo. Casi monta el lío con Guti. ¿No es habitual que un capitán, cuando es sustituido, deje el brazalete a un compañero? Si dicho compañero es el portero, lo lógico es que el jugador de campo vaya hasta la portería y no al revés (supongo que no hace falta explicar por qué no es bueno que el portero abandone su meta). Lasa se fue como un loco a por Guti, que si bien no iba en sprint, tampoco estaba parado. Le puso la tarjeta con sus ojos de loco, lo intimidó y lo provocó. Guti salió del campo bastante malhumorado y Lasa, detrás, persiguiéndolo a ver si hacía alguna. Una vergüenza. Más le valdría haber arbitrado bien, porque fue un completo desastre. Pero claro, si Guti es quien hace jugar al Real Madrid, supongo que expulsarlo sería una buena candidatura para acceder a arbitrar la final de Copa.

En fin, tres puntitos más. No creo que sirvan de nada, pero, al menos, no daremos la penosa sensación del año pasado.

domingo, 11 de abril de 2010

La mano de Villar es alargada


En estos momentos hay tres hechos que no admiten discusión: la existencia del Villarato, la incapacidad de Pellegrini al frente del Real Madrid y la total ausencia de carácter entre los futbolistas de la primera plantilla.

Quiero detenerme muy poco en el infame Villar y sus secuaces, así que seré breve al respecto. ¿Cómo obtuvo Mejuto el premio de arbitrar este partido? Por su bochornosa actuación en el Valladolid - Real Madrid. Habría que preguntar al asturiano qué criterios sigue, porque entre la amarilla que señaló a Alonso a los doce minutos y las entradas de roja de los vallisoletanos en el partido antes mencionado, las cuales no merecieron sanción alguna, media un abismo.

También habría que saber si conoce el reglamento, porque la mano al borde del área de Piqué, nada más comenzar el choque, perdonada por fuera de juego... Si Cristiano no entra en contacto con el balón, no hay fuera de juego que pitar; teniendo en cuenta que la mano de Piqué impide que siga la jugada, la acción es amarilla y libre directo para el Real Madrid.

Hablando de manos: ¿cómo es que Messi marca un gol con la mano y a Raúl le anulan el suyo por mano de Benzema? El argentino se sirve del brazo para orientar un control de balón y quedarse solo ante Casillas, mientras que Benzema no hace otra cosa que estorbar a Raúl, sin enterarse de dónde está el balón, el cual busca mirando para todos los lados. O lo que es lo mismo: no hay acción más involuntaria que ésa.

Ahora bien, ¿dónde está el carácter de los futbolistas del Real Madrid? Cada vez que Mejuto señalaba algo que no gustaba a la cuadrilla de ladrones azulgrana, literalmente se lo comían. La presión que el hipócrita de Xavi (luego llorará quejándose de los árbitros) y compañía ejercieron sobre Mejuto funcionó. Y digo yo, ¿nadie en el Real Madrid tiene sangre? Mejuto pitando despropósitos y los nuestros en silencio, con actitudes políticamente correctas. Luego os extrañaréis de que Guti sea para mí, en estos momentos, el mejor futbolista del Real Madrid. Es el único capaz de irse a por el árbitro o de encararse con un rival cuando comete una entrada brutal. El resto guarda silencio. Por cierto, que nadie se engañe: Guti se va porque Florentino lo ha echado, lo que pasa es que, por el bien del Real Madrid no va a trascender. Así nos va.

A estas alturas no voy a descubrir mi admiración por Raúl, pero ¿no aprendió nada de Fernando Hierro? El central madridista se volvía un auténtico sheriff cuando las cosas no iban bien. Raúl ofrece buen talante, tranquilidad y todas esas cosas, pero no da puñetazos en la mesa. Luego aparecerá el Marca solicitando el espíritu de Juanito... En este equipo dicho espíritu está ausente. Cristiano hace la guerra por su cuenta, como si todavía estuviera en el Manchester, equipo éste que lleva años viviendo de la pegada de sus delanteros porque adolece de centro del campo. Higuaín parece más pendiente de cierto sector de la prensa que afirma que se lleva mal con Cristiano que del juego, así que cuando tiene el balón, parece que sólo puede centrar al portugués. A Ramos parece que se le ha olvidado centrar. El pobre Arbeloa por la izquierda. Alonso y Gago, a pesar de su titánico trabajo, no consiguieron que el Real Madrid tuviera la posesión del balón...

El mejor en la primera parte, anoche, fue Marcelo. Al menos fue el único futbolista de ataque que supo mantener la cabeza fría. Entró varias veces por banda izquierda y el Barcelona no sabía cómo frenar sus incursiones. Eso sí, cuando llegaba a las postrimerías del área de Valdés, el bueno de Marcelo no encontraba apoyo alguno en sus compañeros, excesivamente ansiosos y extramotivados, pasándose de frenada en las carreras y sin buscar bien los desmarques. Podrían guardar esa ansiedad para machacar al árbitro o para proteger a quien recibe duras entradas, digo yo.

Hago especial referencia a Marcelo, porque la solución de Pellegrini cuando el equipo perdía por 0-2 fue quitarlo del campo. Metió a Guti, claro que sí, pero ¿mantienes a Arbeloa en la izquierda por miedo a Messi con un marcador adverso de dos goles? Pellegrini el cobarde, ni más ni menos y el Real Madrid no puede tener un entrenador así.

Antes del partido se veía venir: el chileno había conformado un equipo para intentar evitar que el Barcelona jugase al fútbol. La pregunta es, ¿en algún momento tenía pensado que el Real Madrid practicase este deporte? ¿No es más fácil evitar que el Barcelona juegue teniendo uno mismo la posesión del balón? La obsesión del técnico era que Cristiano ayudara en defensa en las coberturas... ¿Cristiano no debería estar más atento a marcar goles? ¿Acaso quiere Pellegrini que Cristiano se convierta en un nuevo caso Raúl? Porque alejar a Cristiano del área es un error tan grave como el que se cometió con Raúl al utilizarle durante cuatro años de interior derecho (suceso que los penosos antimadridistas terjiversan para atacar al capitán por el bajón en su promedio goleador). A ver cuántos goles marca el luso centrándose en hacer coberturas.

Muchos lo dijimos tras la debacle del Alcorcón: el técnico no vale, aún hay tiempo para solucionarlo. Pero no se hizo nada y Pellegrini, un entrenador sin personalidad, sin estilo definido desde que está en el Real Madrid, siguió al frente. Así llegó el Lyon y preparó el partido en función del poderío físico del rival. Anoche lo hizo basándose en Messi. ¿Qué hizo Guardiola? Cambió su táctica y Pellegrini, acuciando su incapacidad para leer los partidos, no supo qué hacer. Acabó sentándose para que fuese Raúl quien se dirigiera al área técnica para dar instrucciones.

¿Todavía alguien alberga alguna duda sobre la continuidad de Pellegrini el cobarde? No pensé que alguna vez fuera a decir esto, pero ¡Qué gran error cometimos al desprendernos de Fabio Capello!

Creo que a nadie nos gustó el fútbol desplegado por el Real Madrid de Capello (me refiero a su segunda etapa). Sin embargo el Real Madrid logró dos cosas: una liga imposible y carácter, mucho carácter. Aquellos futbolistas estaban motivados (y no extramotivados como ahora) eran una piña, se defendían entre ellos, se comían a los árbitros cuando hacían sus Villaradas y, sobre todo, causaban miedo y respeto entre sus rivales, porque eran capaz de remontar cualquier cosa. Ahora contamos con una pléyade de estrellas, los nuevos galácticos, pero nadie nos teme ni nos respeta. Se limitan a cosernos a patadas y a otra cosa. ¡Qué razón tuvo el gran sabio Di Stéfano cuando afirmó que el término "galáctico" había sido extremadamente dañino para el Real Madrid!

¿Queremos que vuelva el Real Madrid de verdad? ¿Queremos el tan nombrado espíritu de Juanito? Lo primero que hay que hacer es españolizar la plantilla. Me parece bien contar con media docena de foráneos que respondan a la vitola de jugador estrella, pero al menos tres cuartas partes del grupo han de estar formadas por españoles. ¿Por qué? Sólo el que ha nacido aquí entiende lo que es el Real Madrid. Sin embargo nos cargamos a Negredo en favor de un Benzemá que no ha hecho nada y ahora se habla de Ribéry cuando hay portentos en España como Silva. A ver quién imprime carácter en un equipo así.

Lo siguiente que hay que hacer es encargarse de la cantera como Dios manda. ¿Por qué Florentino despidió a todos los responsables de las categorías inferiores? Ahora no hay más que gente nueva y resulta que el primer equipo juega de una manera, el Castilla de otra, el C difiere de ambos y así sucesivamente. Claro, si Pellegrini pasa de los productos de la Fábrica, normal que cada filial mire por sí mismo en lugar de por el primer equipo.

Estoy tan crispado no porque esta temporada vayamos a irnos de vacío (ya se encargará Villar de que el Barcelona encarrile el resto de sus partidos) sino porque no veo que los responsables del Real Madrid vayan a modificar nada, de forma sustancial, para la próxima temporada. Anoche sólo vimos fútbol con Guti en el campo, pero Florentino ya se ha encargado de que sea la última temporada del catorce. Por cierto, ha hecho lo mismo con Raúl. No entiendo el beneficio que esto puede causar a la plantilla y Florentino tampoco, simplemente hacía tiempo que quería cargárselos y, gracias a Pellegrini el cobarde, ahora se ve en la tesitura de poder hacerlo.

Entre el técnico, el presidente, los árbitros y la ausencia de carácter de los futbolistas, el madridismo está hundido. Por eso no entiendo los silencios del Bernabéu. Vamos a ver: ¡es un campo de fútbol, no un teatro! Parece ser que lo de ser políticamente correcto no es propio únicamente de Raúl, sino que una gran mayoría del estadio opta por lo mismo. ¿Dónde está la olla a presión que otrora fuera el Bernabéu? Anoche suspendió Pellegrini, suspendieron los jugadores y suspendió el árbitro, pero el mayor suspenso de todos se lo otorgo a un público acomodado, incapaz de dar una voz más fuerte que otra en favor de su equipo, el Real Madrid.

Sigamos jugando con fuego, pero como las cosas continuen de esta manera, el Real Madrid terminará por extinguirse. Y no llevamos mal camino, porque lo que tenemos ahora no es digno de llevar tan insigne nombre.

martes, 6 de abril de 2010

Llegamos al clásico como líderes


Está claro que el próximo fin de semana se enfrentan Real Madrid y Barcelona. ¿Por qué? Muy sencillo: escandalosas rojas perdonadas al Barcelona y al Racing de Santander, a la vez que cualquier cosa cometida por el Real Madrid era susceptible de amonestación. Triste, muy triste, pero mejor que el Real Madrid se vaya preparando para jugar contra catorce. No sólo los árbitros preparan el terreno. También está la prensa. ¿Alguien entiende que los comentaristas de los partidos del Real Madrid en Gol TV y Canal + Liga sean, respectivamente, Víctor Muñoz (ex-culé) y Manolo Sarabia (ex-bilbaíno)? Claro que no, ¿verdad? Pues fijáos, yo sí: hay que atacar al Real Madrid desde todos los frentes y, evidentemente, no será Manolo Sanchís (comentarista de TVE para los partidos de Champions del Real Madrid esta temporada) quien sea injusto con los de Chamartín.

No escucho a Víctor Muñoz porque veo los partidos por el plus. El caso es que cada vez que Manolo Sarabia abre la boca, me entran unas ganas locas de cambiar mi forma de ser y volverme un violento. Al menos, me gustaría explicarle cara a cara que es un mierda y decirle lo que a ésta le ocurre, citando a un gran clásico como Clint Eastwood:
Oye bocazas, para mí no eres más que una cagada de perro. Y a una cagada pueden pasarle varias cosas: recogerla con una pala para limpiar la calle, secarse y llevársela el viento o terminar aplastada por las pisadas. Así que abre los ojos y mira dónde te caga el perro.

El gran Eastwood le soltó la parrafada en cuestión a un maleante de poca monta como Harry el Sucio en Impacto súbito, pero parece escrita pensando en el infame Sarabia, que nos deleita con comentarios como que una patada en la cara de Van der Vaart es fruto del natural salto de un jugador buscando el balón de cabeza (he saltado en mi vida a por más de mil balones de cabeza y jamás he necesitado soltar una coz) o defendiendo que el árbitro no saque amarillas por reiteración ni nada por el estilo ya que, simplemente, es el estilo de juego del Racing. Una vergüenza.


Pero el Real Madrid suma y sigue. Árbitros en contra, prensa mentirosa, muchas bajas, mal juego, Diarrá en la alineación inicial... A pesar de todo, líderes. Teniendo en cuenta que el mejor Barcelona de la temporada empató contra el peor Arsenal que se recuerda, es como para estar optimistas.


Sobre el partido, hay poco que decir. Los rivales saben que tienen absoluta permisividad para cometer todo tipo de faltas cuando el Real Madrid juega como visitante. Así que, tras la primera acción de peligro madridista, a los noventa segundos de partido (falta botada por Granero que despejó con apuros el meta local) el juego consistió en evitar que el Real Madrid jugase al fútbol a base de faltas. ¿Recordáis a Undiano Mallenco, la temporada pasada, amonestando a Drenthe porque, según él, se habían cometido demasiadas faltas sobre Messi? Hasta se lo dijo en el campo. Resulta que era la tercera que el argentino recibía. Por lo visto, si Cristiano recibe ocho o si a Van der Vaart le reparten hasta en el pasaporte, eso no es reiteración. ¡Viva el criterio arbitral! O lo que es lo mismo: quien a estas alturas diga que no hay Villarato, o es un auténtico cateto, o es culé y no quiere que se acabe el chollo.


Entre las faltas y jugar con diez (Diarrá, en su línea, se borró del partido) los madridistas comenzamos a temer por el resultado. Pero he aquí que contamos con el futbolista más desequilibrante del mundo (aunque la prensa insista con vehemencia, no es Messi) un tal Cristiano Ronaldo que se sobrepuso a la adversidad, recogió un balón tras un error racinguista, corrió raudo y veloz al área contraria y fue trabado en claro penalti, tan evidente que el árbitro no tuvo más remedio que señalarlo. De todos modos, teniendo en cuenta la mano que no quiso pitar en la segunda parte, me hubiera creído cualquier cosa.
Cristiano marcó y el Real Madrid llegó al descanso con ventaja, algo que en un partido tan embarullado, es una gran noticia ya que, conforme avancen los minutos, si el empate no llega el rival no tendrá más remedio que abrirse e intentar jugar al fútbol.

Más o menos eso es lo que pasó: el Racing puso un mayor empeño en la segunda mitad por llegar a las postrimerías de Casillas. Con ese escenario, lo lógico era sacar a Guti y Pellegrini así lo hizo. El catorce, con más espacios se convirtió en el sheriff del centro del campo y repartió toda suerte de pases a sus compañeros, incluída la magnífica asistencia a Higuaín para el segundo gol.


Del partido poco más hay que contar. Como dato relevante me quedo con una nueva buena actuación de Gago. Lo del argentino es muy meritorio habida cuenta de lo poco que ha jugado esta temporada. El mérito es todo suyo ya que contrató a un preparador particular para estar en forma en caso de tener alguna oportunidad. Sé que lo hizo pensando en el mundial, pero aún así, merece todos mis respetos por ser un profesional de primera.
Metzelder también estuvo sobrio en tareas defensivas. El alemán está prácticamente fuera del Real Madrid, pero no importó para que demostrara que también es un gran profesional.

La nota negativa la puso Granero. ¿Qué le pasa al 24? Si lo viera Jack Bauer, posiblemente le pediría amablemente que se cambiara el número. Y si no hacía caso, entonces emplearía métodos más drásticos (ya lo conocéis). Dije en su día que un futbolista del Real Madrid no puede jugar al fútbol andando y el trote de Granero se asemeja más a un paseo que a un sprint. Tiene calidad, tiene la oportunidad de disputar muchos minutos con el primer equipo, incluso ha sido titular en numerosas ocasiones. La pregunta es, ¿qué necesita este chico para estar motivado? Me está empezando a recordar a Roberto Soldado, lo cual es muy mala señal. Esperemos por su bien y por el bien del equipo que recapacite, se centre y haga aquello por lo que se le paga: un fútbol digno de un centrocampista del Real Madrid.


Y ahora todas las miradas puestas en el sábado. Pita Mejuto. Años atrás sería síntoma de imparcialidad en el partido, pero viendo el arbitraje del Valladolid - Real Madrid, me temo que los azulgrana nos coserán a faltas y él lo permitirá. Espero que los nuestros no se dejen provocar y demuestren en el campo que somos mejores que ellos.