sábado, 31 de octubre de 2009

El regreso de Michel

La vuelta de Michel al Santiago Bernabéu


Trece años después, el mejor interior derecho de la historia del fútbol, don José Miguel González Martín del Campo, Michel (ver foto) regresaba a la que fue su casa durante tantos años. El gran Michel venía con la complicada misión de intentar ganar al equipo de sus amores en una época bastante mala para el madridismo, pero como bien ha dicho en varias ruedas de prensa anteriores al partido, él sólo quería demostrar que seguía rigiéndose por los valores aprendidos en el club de Chamartín: intentar ganar jugando al fútbol, sin menospreciar al contrario y haciéndolo todo de la forma más correcta y elegante posible. Así que "chapeau".

Debería haber sido una fiesta, pero entre que el madridismo está para pocas historias tras los descalabros de Champions y Copa (sí, perder en el Bernabéu contra este Milán lo considero un descalabro) y entre que Mateu Lahoz ha hecho todos los méritos posibles para medrar ante Villar y compañía, el encuentro, a pesar de la victoria, nos ha dejado un pequeño mal sabor de boca (hablando de árbitros y Villar, en la primera parte del Osasuna - Barcelona ya han sacado los pañuelos en Pamplona, vamos que blanco y en botella...)

Pero vayamos por partes (y no me refiero a ningún tipo de integración matemática). Parece ser que Pellegrini ha reaccionado cuando se ha visto con la soga al cuello y ha planteado el partido con más lógica que los anteriores. Marcelo ha jugado de interior izquierdo, teniendo por detrás de él, en el lateral, a Arbeloa. Así se daba más consistencia al centro del campo, ocupando la banda izquierda. La pregunta es, ¿por qué no ocupar la derecha? Pero bueno, poco a poco.

Se veía un equipo más equilibrado. Lass y Alonso no se estorbaban, posiblemente porque el francés tenía que ocupar el lado derecho. Ramos seguía subiendo para arriba sin orden ni concierto, pero Lass estaba perfecto en las coberturas, por lo que defensivamente el equipo respondía. Sin embargo algo fallaba, porque los goles no llegaban.

El Bernabéu no iba a ser clemente con el equipo (bueno, ni clemente ni aragonés, por supuesto) eso estaba claro. No se puede pedir paciencia a una afición que acaba de tragarse un 4-0 frente a un Segunda B. El público comenzaba a tomarla con Ramos... Hace unos años, cuando fichamos al defensa sevillano, comenté: "cuidado, es muy bueno, pero lo están volviendo loco". Y me temo que es lo que está sucediendo. En el Real Madrid lo han utilizado de central, de lateral, de extremo y de medio-centro, cuando lo que hay que hacer con un futbolista joven es afianzarlo en un puesto. Es importante reconducir a este jugador, porque su potencial es enorme, pero Pellegrini sigue usándolo para toda la banda y, Roberto Carlos, sólo ha habido uno.

Así las cosas, el partido estaba en el punto que más convenía a los de Michel. El respetable comenzaba a alborotarse y el Getafe no padecía apuros en defensa. Benzemá, mejor que otros días, tenía el punto de mira descolocado e Higuaín, que jugaba como otro delantero más (no en banda derecha como algún listo se ha apresurado a decir en la prensa) no conseguía buenas posiciones en ataque. Kaká cada día dista más de ser Zidane y los delanteros lo notan. A un media-punta de su clase se le debe exigir que, cada vez que tenga el balón, escoja la mejor opción de pase, pero es que no suelta la pelota, hasta el punto que sus compañeros han llegado a exasperarse cuando Arbeloa subía completamente solo por banda izquierda en lo que podría haber sido una ocasión clarísima de gol y Kaká no lo ha visto. No sé qué le pasa, pero se le fichó para desatascar el juego ofensivo, no para quedarse el esférico para él.

Lo que no ha sido para nada ocasión manifiesta de gol ha sido la jugada de la expulsión. Como he dicho antes, el partido estaba en el mejor momento para los visitantes. Con futbolistas de la clase de Parejo y Pedro León, unidos a la capacidad rematadora del tonto Soldado (sí, porque hay que ser tonto para ser expulsado del Real Madrid por no entrenar) podían hacernos la Pascua en cualquier momento. El público encrespado y aburrido, los futbolistas que comenzaban a fallar más de la cuenta y, de golpe y porrazo, la roja directa.

Hoy se ha demostrado algo que vengo sospechando desde hace tiempo: los árbitros de primera división jamás han jugado al fútbol. Absolutamente todo el mundo está de acuerdo en que la acción de Albiol sobre Soldado no evita una ocasión manifiesta de gol. Entiendo que alguien no versado en asuntos futbolísticos crea que, simplemente por ser el último defensa, Albiol merezca la expulsión. Pero un árbitro, como mínimo, debería saberse el reglamento y eso no es así: además de ser el último, debe tratarse de una clara ocasión de gol. Soldado de espaldas a portería, pugnando por ganar la posición con Albiol, balón en el aire, fuerte y difícil de controlar... Hombre, si se tratara de Raúl, como el genio que es puede convertir cualquier cosa en ocasión manifiesta de gol, pero no es el caso, ¿verdad? Sólo por esa acción, el árbitro merece la nevera, pero es que ha habido muchas más: penaltis no pitados, faltas al borde del área con el tipo a escasos tres metros que ha dejado seguir, entradas muy fuertes perdonadas para demostrar que el criterio a seguir es distinto en función del equipo... Ha habido un entradón sobre Van der Vaart con el linier encima, en el que no han señalado ni falta, que es sintomático de que no son errores arbitrales, sino una consigna estipulada de antemano. Y esto no es forofismo, señores, es la realidad de la federación más adulterada de la historia.

Sin embargo, el tiro les ha salido por la culata. Con un hombre menos, el público del Bernabéu, a quien le encanta eso de ir a por la heroica, ha cambiado su actitud y ha comenzado a presionar. De hecho han llevado en volandas a los jugadores, que han salido en la segunda mitad en plan arrollador, sin importarles jugar con uno menos.

Decía Helenio Herrera que al fútbol se juega mejor con diez que con once. El Real Madrid de esta tarde sí. ¿Por qué? Ramos se ha colocado como central, Arbeloa ha ido al lateral derecho, Marcelo ha retrasado su posición y, salvo un par de errores concretos, la defensa ha mejorado bastante. Ramos ya no estaba perdido, pues era su ámbito natural (central) y esa solidez atrás ha provocado que los de arriba estuvieran más tranquilos.

Y cómo no, para repetir la historia de la temporada pasada, ha sido Higuaín el héroe del partido. Dos jugadas a la contra, una con un remate sensacional con la zurda, dando efecto al balón con el interior y otra con la derecha, batiendo al meta rival por bajo. 2-0 y partido resuelto.

Pare que el Real Madrid no tendrá pesadillas en la noche de Halloween ya que esta victoria sirve para calmar un poco los ánimos. El planteamiento ha sido mejor que otros días, pero Pellegrini debería explicar por qué se renuncia a la banda derecha. ¿Qué pasa con los entrenadores que llegan al Real Madrid? ¿Por qué esa manía de renunciar a las bandas? Lo hace Pellegrini, lo hicieron Schuster y Juande con esa manía de jugar con los extremos cambiados y Capello, directamente, ni se enteraba de lo que hacía (ya sé que el hereje que se cargó a Michel tiene sus seguidores por ganar aquella liga, pero nadie entiende que ese torneo cayera del lado madridista, por algo será). Recuerdo al Pellegrini del Villarreal y no renunció jamás a las bandas. Puede que no tuviera jugadores específicos, pero siempre las ocupaba (fijáos si no la importancia que tuvieron Pires y Cazorla en dicho equipo). Para mí es todo un misterio. ¿Tendremos que contratar de una vez por todas a Michel para que el Real Madrid ocupe las bandas? Ya me gustaría, ya.

sábado, 24 de octubre de 2009

¿Sangre u horchata?


Desde el descalabro en Milán, llevo unos días pensando en una acción que, cuando era niño, me marcó como madridista. El Real Madrid se enfrentaba al Barcelona en competición liguera; Maradona profundizaba con el balón controlado por banda derecha; Camacho sale a su encuentro y el astro argentino lo dribla utilizando el recurso del túnel, de forma que cuando superó al lateral blanco lo hizo con mofa y guasa (una de esas sonrisitas suyas insoportables). En la siguiente ocasión en la que Maradona encaró a Camacho, éste le propinó una tijera de tal magnitud que deja a la altura de una caricia las que solía hacer Roberto Carlos. El argentino en el suelo aullando de dolor, casi llorando; el árbitro con la amarilla amonestando al defensa madridista; pero Camacho quieto, con mirada de odio, esperando a que Maradona se levantase. No sé qué le dijo, pero a Maradona se le terminaron las ganas de faltar al respeto a nadie del Real Madrid aquella tarde.

No hace falta que os recuerde la rivalidad con el Milán, pero sí me gustaría hacer hincapié en un bochornoso hecho acaecido la temporada pasada. Partido de liga en el Bernabéu contra el Sporting: homenaje de lujo a Quini y un trato fantástico y de apoyo a unos futbolistas que no sabían lo que era ganar en primera con su equipo. La vuelta en el Molinón, a pesar de que Quini se fue llorando de emoción por las atenciones de don Raúl González Blanco hacia su persona, fue de insultos continuados contra el capitán blanco desde el calentamiento, cánticos pro-Villa e insultos varios (recurriendo al tristemente famoso "así así gana el Madrid", que inventaron ellos en los setenta, siendo abanderados del mal gusto).

Con estos antecedentes, lo lógico es que el Real Madrid hubiera salido a machacar al Sporting desde el minuto uno, pero no: por lo visto el partido no empezaba hasta las nueve, así que los primeros cuarenta y cinco minutos, hemos visto un deambular de futbolistas sin orden ni concierto, que parecían tener horchata en vez de sangre, exceptuando una vez más a Raúl, uno de los poquísimos deportistas de élite de todos los tiempos que ha estado quince años al máximo nivel rindiendo siempre a tope.

Se habla mucho de Pellegrini, de su sistema, del cuadrado, de Lass y Xabi (hay que ser patán para decir que Xabi no puede jugar con Lass, cuando lleva años haciéndolo con Macherano, que realiza funicones similares al madridista, pero la prensa es así). ¿Por qué no se habla de que muchos futbolistas del Real Madrid parecen haber perdido todo lo que implica llevar nuestra camiseta?

Hablaba esta semana el gran Amancio Amaro sobre tiempos mejores. A la pregunta de cómo consiguieron aquellas Copas de Europa, respondió con semblante triste: "muy fácil, corríamos todo el partido y siempre apoyábamos al compañero que tenía el balón". Tan fácil como eso, pero claro, para ello hay que sudar y parece haber gente demasiado acomodada en este equipo (aunque algunos sectores lo simplifiquen diciendo que todo es culpa del único que siempre corre y que entiende realmente los valores madridistas, el siete de España).

No es que esté contento con Pellegrini, que no lo estoy, pero independientemente de quién fuera el entrenador y de cual fuera la táctica, si se juega al fútbol caminando y sin pasión, no se puede ganar. Vi el martes en Champions al Stutgar perder contra el Sevilla, pero ¡Madre mía qué forma de jugar al fútbol! Los alemanes jugaban al primer toque, buscando espacios, apoyos, corriendo con y sin balón... Ellos dominaban el partido, pero el Sevilla logró un tanto a la contra y cambió el curso del mismo (lo que da todavía más valor al triunfo hispalense). Esta tarde he visto un partido que, normalmente, calificaría con el término "sin pena ni gloria": Tottenham 0 - Stoke 1. Han perdido los locales, por lo que algo habrán hecho mal, eso está claro, pero han hecho una primera parte de fútbol vertical, tocando de primera pero en corto, nada de balonazos largos ni similares, en el que daba gusto ver cómo se movían los futbolistas sin balón. Han fallado las ocasiones de gol, pero si un equipo de mitad de tabla inglesa es capaz de jugar así, ¿no va a ser capaz de hacerlo todo un Real Madrid? Lo que cuesta es el gol y pegada la tenemos toda; ahora bien, si no corremos, no hay nada que hacer.

Se nota que no me apetece hablar mucho del partido, ¿verdad? Lo cierto es que tras la lamentable y olvidable primera parte, parece que hemos despertado en la segunda mitad, aunque no tengo demasiado claro si ha sido por mérito nuestro o por el precario estado físico del rival, que se iba viniendo abajo por momentos. Llegados aquí quiero hacer mención especial a Guti, que ha hecho gran parte del trabajo que se le debería exigir a Kaká, en concepto de desatascar el juego ofensivo con precisos pases.

Poco a poco nos hemos ido imponiendo, de forma que los últimos veinte minutos la portería local ha sufrido el acoso blanco y casi derribo... ¡Qué digo! Hemos derribado el muro rival, pero el árbitro se ha encargado de anular, de forma ¡ESCANDALOSA! un gran gol de Raúl (otra vez el que nunca hace nada en la brecha): Kaká recupera un balón con el pecho y Raúl culmina la jugada con un soberbio trallazo con la diestra. En primera instancia, el árbitro no ha pitado nada, dado que ha sido un gol legal. Pero los sportinguistas ladrones han levantado sus huesudos brazos (algunos parecía que iban a desmayarse) y el linier tonto y cobarde de turno ha alzado el banderín. Aunque para cobarde el colegiado, que no ha querido imponer sus galones y ha dejado el peso de la decisión al tonto del banderín.

El Real Madrid no puede saltar a un campo de fútbol como lo ha hecho hoy ni como lo hizo el miércoles frente al Milán, es cierto, pero nos han robado, lisa y llanamente. ¿Debíamos haber hecho más? Por supuesto, pero gana el que más goles marca, no el que hace todo lo que puede. El Sporting sólo ha llegado una vez de forma clara a las inmediaciones de Casillas (acción solventada con una gran parada de Iker por bajo) y ya; el Real Madrid ha generado unas cuantas ocasiones de gol y ha logrado culminar una. Si no ha subido al marcador ha sido por el árbitro y si sumamos los regalitos al Barcelona contra Almería y Málaga, además del pequeño atraco de hoy, ya son muchos puntos de diferencia en una liga que promete ser muy apretada.

Aún así, dormimos como líderes... ¡Increíble!

Desanimado por el juego del equipo y por los infernales arbitrajes, se despide este humilde vikingo pamplonés hasta el próximo partido. Espero que los ánimos hayan mejorado, porque esta semana tan pobre futbolísticamente hablando, me ha dañado mucho la moral; la tengo por los suelos. Veremos qué pasa en la Copa.

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Deberíamos jugar con una defensa de 3?

viernes 16 de octubre de 2009

¿Deberíamos jugar con una defensa de 3?


Llevo días meditando sobre el juego del equipo y he llegado a la siguiente conclusión: Pellegrini debería probar con una defensa de tres. Intentaré razonar mi idea.

El partido en el que más cosas en limpio he sacado sobre el Real Madrid actual fue el disputado en Suiza; mejor dicho, en los primeros 45 minutos de ese partido. Jugando como visitantes contra un rival fuerte (el Milán no pudo con ellos en San Siro) conseguimos ganar con un fútbol de altura. La clave fue el adelantamiento de la línea defensiva casi hasta la medular, de forma que, con las líneas juntas y adelantadas, los suizos apenas crearon ocasiones de ataque. Por contra, el Real Madrid dispuso de innumerables oportunidades para sentenciar el choque. El único problema que vi fue que el equipo atacaba con demasiada gente: dos laterales, dos extremos, dos delanteros y un media-punta además de todo el equipo rival (al que metimos en su campo por el mencionado adelantamiento de la defensa) no cabían, de forma que generar espacios y sorpresa resultó trabajoso y complicado, solventado por la gran calidad de los nuestros.

Teniendo en cuenta lo dicho, me fijo en la parte que, ahora mismo, tenemos más floja: los laterales. Hace años que vengo defendiendo la idea de que Sergio Ramos es un gran central, pero como lateral se queda en un simple "aceptable". De la misma manera, propugno que Marcelo es un interior izquierda bastante bueno, pero un lateral del que no te puedes fiar (demasiadas pifias en defensa, no sólo por el último partido, sino por su trayectoria general en el Real Madrid).

Así pues, entre unas cosas y otras, pienso: ¿por qué no jugar sólo con tres centrales? Pepe, Ramos y Albiol son futbolistas rápidos y con suficiente movilidad como para adelantar líneas. El equipo podría jugar con dos delanteros, dos hombres de banda (en lugar de cuatro) dos centrocampistas y un media-punta. El ataque no estaría tan saturado, habría futbolistas como Kaká y C.Ronaldo con total libertad para moverse bien entre líneas bien intercambiando posiciones con la banda y dispondríamos de dos delanteros para culminar las acciones de los compañeros o también para dejarse caer a banda, creando así la sorpresa que suelen llevar a cabo los laterales.

Un once tipo sería el siguiente:

Raúl Benzemá

Kaká


Marcelo Xabi Alonso Lass Cristiano


Albiol Pepe Ramos


Casillas

No sé qué pensaréis vosotros, pero si no tenemos laterales fiables, entiendo que es de lógica ocultar este fallo (aunque algunos me tachéis de mentalidad italiana, no es malo saber ocultar los fallos). Lass puede defender en el lateral derecho o incrustarse como segundo central en las jugadas de ataque estático de los rivales. Otra opción es que Marcelo baje únicamente en este tipo de jugadas (aunque es un riesgo) quedando Albiol y Pepe de centrales y Ramos de lateral provisional.

¿Miedo a las contras de los rivales? Si este sistema se aplica bien, no debemos tenerlo. Pepe y Ramos son rapidísimos y Albiol no es precisamente un cojo. Además está Lass, posiblemente el mejor futbolista del mundo a la hora de cortar contraataques rivales. Tal y como yo lo veo, tenemos un equipo con muchos mimbres como para jugar así, con las líneas adelantadas y un defensa menos de lo habitual.

En ataque lo ya comentado: dos delanteros que pueden ser referencia o dejarse caer a bandas, un media-punta con total libertad de movimientos, al estar bien resguardado por Lass y por los defensas adelantados, un extremo (Cristiano) con libertad para atacar por banda o intercambiar posiciones con el resto y otro (Marcelo) para jugar como interior, dando apoyo al centro del campo pero sin renunciar a entrar por banda o a trazar la diagonal hacia adentro.

Con lo que tenemos, creo que es el sistema ideal. Espero vuestras opiniones.

PD: El que no quiere a Raúl, no quiere al Real Madrid. Si alguien tiene algún problema con la foto, que llame a mi representante, el señor Jack Bauer y resuelva con él el problema.

lunes, 12 de octubre de 2009

La 47: Se equivocaron con Negredo y Torres

Carta número 47 publicada en el diario AS:

http://www.as.com/opinion/articulo/equivocaron-negredo-torres/dasopi/20091012dasdaiopi_12/Tes

Edgar Ayala Ruiz | 12/10/2009

En los últimos partidos del Real Madrid, estamos viendo que no funcionan ni Benzema ni los laterales zurdos. El primero no entra demasiado en juego y Marcelo y Drenthe no terminan de defender como deberían. El caso es que el Real Madrid contaba con Álvaro Negredo, posiblemente el mejor delantero centro español del momento, y Miguel Torres, uno de los defensas más polivalentes con los que se puede contar. Sin embargo, uno se fue al Sevilla con derecho a recompra, donde se ha ganado un puesto en La Roja por la alta calidad demostrada y el otro fue vendido al Getafe, para jugar a las órdenes de Míchel.

Entiendo que de Benzema se puede esperar lo mejor dada su juventud, pero Negredo ya es un futbolista hecho. Además, la llegada del francés puso en peligro, por cuestiones económicas, el fichaje de Xabi Alonso, absolutamente necesario para dirigir a todas las estrellas. Negredo ya estaba en el equipo, por lo que no era necesario desembolso alguno.

El Real Madrid está teniendo problemas en defensa y Benzema no termina de arrancar. Por todo esto, me parece que los mandatarios blancos erraron al desprenderse de Negredo y Torres.

jueves, 1 de octubre de 2009

Un equipo temible


Voy a empezar rompiendo una lanza en favor de nuestro equipo, ya que pienso que muchos medios de comunicación están tratando de distorsionar la realidad, simplemente, porque tienen auténtico pavor a que llegue el día en que nos enfrentemos al FC Barcelona.

Resulta que jugamos mal, que nuestro fútbol es malo y poco vistoso, que nos cuesta sacar adelante los partidos... Vamos, que no jugamos a nada, que somos un desastre total peor que el Titanic. Y digo yo, ¿pensarán esto el Olympique, el Tenerife, el Deportivo, el Zurich, el Villarreal...? Resulta que el Real Madrid es el único equipo de todo el planeta que cuenta todos sus partidos oficiales por victorias. Resulta que somos el equipo que más goles marca y el que menos encaja. Resulta que Villarreal y Deportivo son dos equipos importantes de la liga española, que el Tenerife es bastante correoso porque practica una presión asfixiante a sus rivales, que el Zurich ganó ayer al Milán en Italia (así que no serán mancos, cojos ni tuertos) y el Olympique es el mejor equipo francés de la actualidad. Y les hemos ganado a todos.

Es cierto que al Real Madrid se le atraganta que el rival adelante líneas y mantenga una incansable presión, pero he ahí el quid de la cuestión: nadie es incansable (salvo quizás Induráin o algún maratoniano de estos que entran como aquel que ha estado paseando en una tarde de asueto). El Real Madrid no marcó en los primeros 45 minutos en sus dos últimos partidos. La causa fue el impresionante desgaste físico de sus rivales, además de su magnífico orden táctico y su cuidado estudio del partido. Pero es inhumano aguantar así 90 minutos, así que en ambas ocasiones, el Real Madrid dio un zarpazo de tres goles y ¡Hasta luego, Lucas!.

Reconozco que, por el momento, nos cuesta salir de la presión. Pero mantenemos la portería a cero mientras el rival se va desgastando. No es una táctica con la que debamos vivir siempre, aunque de momento funciona. Y es que tenemos la mejor pegada del mundo. ¿Qué pasó ayer, cuando no conseguíamos llegar con claridad al área francesa? Dos zambombazos lejanos de Cristiano, dos auténticos cañonazos que metieron el miedo en el cuerpo y de qué forma, a nuestros vecinos franceses. La pena es que no hubiera estado Raúl en el campo, ya que es el número uno para hacerse con los rechaces del portero. Tras los dos trallazos, llegaron otras dos ocasiones de gol de Benzemá, la primera muy difícil, de chilena, la segunda falló un gol cantado en un mano a mano con el portero. Y eso en la primera parte, que fue cuando peor se jugó y cuando más críticas recibió el equipo.

Hablando de Benzemá: ¿alguien le va a explicar a este chico en qué consiste buscar el desmarque y el apoyo al compañero? Fui uno de los defensores de este fichaje, no me escondo, pero eso no es óbice como para criticar lo que no me gusta. Benzemá se está pareciendo cada vez más a Ronaldo (el gordo, no CR9): si tiene campo por delante para correr, entonces se desmarca, pero si no, se queda quietecito. En un partido como el de ayer, los centrocampistas necesitan apoyos para superar la barrera del centro del campo. Hablamos del consabido concepto de superioridad numérica para salir de la presión. Dicha superioridad puede establecerse en la medular, para intentar salir entre líneas o en las bandas, pero para eso los delanteros deben moverse (algún día se reconocerá lo grande que es Raúl, digo yo). En fin, ya veremos pero, de momento, sigo pensando que Negredo es superior a Benzemá. Espero que con el paso de las jornadas alguien meta en cintura al atacante francés, porque Kaká, Cristiano y Guti necesitan que los que están por delante se desmarquen para poder pasarles el balón.

En el centro del campo Xabi tuvo sus altibajos (creo que todavía no ha recuperado la forma tras la lesión) y Gago se dedicó a tareas defensivas. Kaká intervino poco en la primera parte, aunque en la segunda supo aprovechar cada hueco que se le presentó. Guti, como viene siendo habitual, fue el mariscal de campo, tratando de repartir juego. Marcelo y Ramos apoyaban las bandas, pero sin continuidad. Como Benzemá tampoco se dejaba caer por allí, la primera mitad tuvimos cerrada esa salida, de tal manera que cada vez que recibía Cristiano, tenía hasta a tres rivales encima y así es muy difícil.

El caso es que en la segunda parte cambió el panorama. Pepe recordó al mejor Fernando Hierro con un pase impresionante (fijáos en lo poco que bota el balón al botar, tras venir de una distancia de más de cuarenta metros, digno de un superclase) Cristiano desbordó por velocidad y, con toda la tranquilidad del mundo, batió al meta francés por bajo.
Poco después un animal (no se me ocurre otro nombre) casi destroza a CR9 en una entrada completamente desmedida dentro del área: penalti y expulsión por segunda amarilla. Kaká, tan tranquilo como Cristiano en su primer gol, anotó el segundo.
Y, ¿qué me decís de el tercer gol? El Real Madrid hizo encaje de bolillos: Guti, Kaká y Benzemá volvieron loca a la defensa francesa para que Cristiano terminase anotando a placer el tercero de la noche y el segundo en su cuenta particular (¿no decía la prensa que está ansioso, enfadado y no sé cuantas cosas más?).
Se lesionó Cristiano (espero que sea poca cosa, al menos esa fue la impresión). Entró Higuaín y dispuso de dos claras ocasiones, además de un nuevo penalti que el árbitro no se atrevió a pitar. Entró Raúl y regaló un gol a Guti que, extrañamente, no supo materializar (a lo mejor fue su único fallo de toda la noche). Vamos, que el Olympique todavía tiene que dar gracias por no irse con una gran goleada, a pesar del despliegue físico y táctico que realizó todo el encuentro.

Líderes en la liga, líderes en la Champions y eso que jugamos mal y todo lo demás. No creo que el Olympique piense que somos un equipo del montón, eso os lo aseguro. Ciertamente hay que mejorar varios aspectos, pero es que sólo llevamos un mes de competición y muchos de estos chicos nunca habían jugado juntos. Poco a poco el Real Madrid hilvanará más jugadas como la del tercer gol, apoyará más al futbolista que lleva el balón, las líneas estarán más juntas porque todos conocerán los movimientos de sus compañeros, lo que provocará, indefectiblemente, que se juegue al primer toque y, así, estoy seguro de que no tendremos que esperar a las segundas partes para ver goles.

¿Qué queréis que os diga? Creo que todo pinta bastante bien para la consecución de la décima. ¡Hala Madrid!