


Edgar Ayala Ruiz | 20/10/2008
Supongo que a estas alturas de la película, nadie dudará ya, de que la infamia corroe el estamento arbitral español. Villar trata de aferrarse a la reelección asegurándose el voto culé, como sucedió hace cuatro años y por todos los medios está intentando que el Barcelona no se quede descolgado de la lucha por el título de la Liga.
No hablo desde el punto de vista de aficionado, sino que me remito a los hechos. Tras quedar indignado por los tres penaltis de libro que Pérez Burrull no quiso pitar en el Real Madrid-Espanyol, llegó el partido del Calderón y Clos Gómez, en un claro intento por alcanzar la internacionalidad, anuló dos tantos absolutamente legales a Van Nistelrooy y Raúl que hubieran sentenciado el choque entre madridistas y colchoneros en la primera mitad.
Pero no se limitó a ello. Para que quedara constancia de sus buenas intenciones, expulsó a Van Nistelrooy con roja directa por una entrada muchísimo más suave que las dos de Maniche por detrás a De la Red, la escalofriante entrada de Raúl García a Raúl o la de Pernía al tobillo de Ramos. Toda una declaración de intenciones mediante la cual, la federación española de fútbol comunica a los clubes de Primera División que siempre que el Real Madrid sea visitante, hay total permisividad para agredir de todas las maneras posibles a los cracks del conjunto merengue, hecho iniciado en Santander, cuando el Racing terminó sin amonestaciones tras haber agredido brutalmente a varios futbolistas del Real Madrid.
Si unimos los partidos que el Barcelona robó descaradamente frente al Betis y Espanyol, ¿quién hará algo de una vez para que los árbitros dejen de ser los auténticos protagonistas de la Liga?
La primera decisión polémica de Clos Gómez tuvo lugar en el minuto 4. Pernía envió a la frontal del área un centro que De la Red logró despejar anticipándose a Maniche. El portugués, que ya no tenía ninguna opción de disputar el balón, golpeó con gran dureza al madridista por detrás y en su tobillo izquierdo. Sorprendentemente, el colegiado ni siquiera le sacó la amarilla.
En el minuto 21, Van Nistelrooy se aprovechó de un rechace de Leo Franco tras cabezazo de Cannavaro para marcar, pero el colegiado aragonés, a instancias de su asistente, anuló el tanto al considerar que el holandés estaba en fuera de juego. La imagen de la izquierda demuestra que la decisión fue incorrecta.
El asistente volvió a reclamar protagonismo. En esta ocasión, anuló un gol a Raúl al juzgar que estaba en fuera de juego. Siendo riguroso en la interpretación del reglamento, el linier levantó el banderín porque el capitán blanco, cuando Gago le envió el pase, estaba en posición incorrecta por 'un flequillo'. Pero tal y como se observa en la primera imagen superior, los pies del '7' madridista se encontraban en línea con el último zaguero del Atlético. En el vestuario del Real Madrid se considera que este tipo de acciones no se suelen sancionar nunca.
Incomprensiblemente, Maniche seguía en el campo sin haber sido amonestado. El luso volvió a hacer de las suyas en el 35' y, como en el inicio del partido, el destinatario fue De la Red. El atlético, nuevamente sin posibilidad de jugar la pelota, entró con violencia por detrás al madridista, que se retorció de dolor. Clos Gómez, una vez más, tampoco le mostró tarjeta.
Un minuto después, Clos Gómez volvió a perjudicar al Madrid. En esta ocasión, decidió no dar la ventaja y cortó una ocasión clara de gol de Higuaín. El argentino, que aprovechó un gran envío en profundidad de De la Red, ya se iba directo a encarar a Leo Franco cuando el aragonés pitó, muy tarde, una falta de Raúl García sobre Van Nistelrooy. El colegiado, para justificar la interrupción, mostró la amarilla al atlético.
Van Nistelrooy sería el damnificado en la siguiente aparición de Clos. El holandés intentó arrebatar el balón a Maniche, pero llegó tarde y derribó al luso, aunque sin ningún ánimo de agresión. El árbitro le mostró la roja, algo que sorprende si tenemos en cuenta la vara de medir que había utilizado con Maniche. Pero como nueve minutos antes había expulsado a Perea...
Durísima entrada de Pernía sobre la pierna derecha (la de apoyo) de Sergio Ramos. De nuevo, una infracción de un jugador del Atlético quedaba sin ser debidamente castigada.
Raúl recibió un balón cerca del área atlética y, tras un leve forcejeo con Assunçao, se revolvió perfectamente para batir a Leo con una vaselina. Sin embargo, Clos Gómez ya había anulado la jugada. Sancionó, muy rigurosamente, falta del capitán blanco.
Sin embargo, ocho minutos después, el trencilla pitó falta en salto totalmente legal entre Sergio Ramos y Heitinga. Curiosamente, esta decisión tuvo graves consecuencias para los madridistas. Simao lanzó el friki y consiguió el tanto del empate rojiblanco.
Cuando el partido ya estaba en el tiempo añadido y con empate en el marcador, Drenthe recibió un pase en profundidad de Marcelo, se internó en el área y, solo ante el portero, cayó tras un claro empujón de Luis García. Clos Gómez volvió a mirar para otro lado.
11. Perdónó la roja a Raúl García
Dejamos para el final la escalofriante entrada que Luis García cometío sobre Raúl, acción tan dura que casi es incomprensible que el gran capitán pudiera seguir caminando. Clos Gómez consideró que la acción no era merecedora ni de amarilla (teniendo en cuenta que el exosasunista después recibió una amarilla...).