
Objetivamente hablando, la causa de que Raúl estuviese tres años con un acierto goleador por debajo de su media tiene nombre y apellidos: Ronaldo Nazario da Lima. Ciertos entrenadores del Real Madrid consideraron que la mejor táctica a utilizar era colocar a diez futbolistas en campo propio para explotar la velocidad de Ronaldo con muchos espacios por delante mediante balones largos de Beckham, pero lo único que consiguieron fue que todos los jugadores de campo del equipo bajasen su rendimiento, aunque sólo se señale a Raúl en este menester.
Después llegó Schuster, Raúl volvió a su hábitat natural (el área) y los goles regresaron, hasta el punto (y cito palabras textuales de Panucci a la Cadena Ser) "nadie en Europa entiende por qué Raúl no ha jugado la Eurocopa. Pero es tal la envidia que genera que se llega al absurdo de ser acusado de no haber marcado un gol en cuatro meses para tapar su gran partido del miércoles (dos goles y dos asistencias) obviando el hecho de que Raúl no ha estado inmerso en ninguna competición.
Su último y mejor gol, demostrando que hoy por hoy es el número uno, lo consiguió con su sentido y sincero homenaje a alguien que es historia viva del fútbol español, Enrique Castro "Quini", quien quedó absolutamente emocionado con el gesto del que, por mucho que ya no sea el siete de la selección, quedará ya para la posteridad como el mejor siete de la historia de España.